jueves, 1 de septiembre de 2011

EVANGELIO DEL JUEVES XXII DEL T. ORDINARIO 1 DE SEPTIEMBRE


Dejándolo todo, lo siguieron.




Proclamación
del santo Evangelio según san Lucas: 5, 1-11



En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud.


Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar". Simón replicó: "Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra echaré las redes". Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.



Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: "¡Apártate de mi, Señor, porque soy un pecador!". 

Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro, al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.


Entonces Jesús le dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás pescador de hombres". Luego llevaron las barcas a tierra, y dejándolo todo, lo siguieron.


 Palabra del Señor.


 Gloria a ti, Señor Jesús.


PALABRA DE DIOS DIARIA


MISAL DIARIO

No hay comentarios.:

Publicar un comentario