¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?

María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó a su casa.
¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?
Bauticen a las naciones en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
¿Con qué autoridad haces todo esto?
Gloria a ti, Señor Jesús.
Hagan esto en memoria mía.
Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado.
Recibirán cien veces más en esta vida, junto con persecuciones; y en el otro mundo, la vida eterna.
Ahí está tu hijo. Ahí está tu madre.
Del santo Evangelio según san Juan: 19, 25-27
En aquel tiempo, estaban junto a la cruz de Jesús, su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: "Mujer, ahí está tu hijo". Luego dijo al discípulo: ''Ahí está tu madre". Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo: Reciban el Espíritu Santo.
Éste es el discípulo que ha escrito estas cosas, y su testimonio es verdadero.
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.
Que su unidad sea perfecta.
Padre, que ellos sean uno, como nosotros.
Padre, glorifica a tu Hijo.
Tengan valor, porque yo he vencido al mundo.
Subió al cielo y esta sentado a la derecha de Dios.