domingo, 29 de agosto de 2010

Lecturas Domingo XXII Ordinario

Primera Lectura

Lectura del libro del

Eclesiástico (Sirácide)

(3, 19-21. 30-31)


Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te amarán más que al hombre dadivoso. Hazte tanto más pequeño cuanto más grande seas y hallarás gracia ante el Señor, porque sólo él es poderoso y sólo los humildes le dan gloria.

No hay remedio para el hombre orgulloso, porque ya está arraigado en la maldad.

El hombre prudente medita en su corazón las sentencias de los otros, y su gran anhelo es saber escuchar.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 67

Dios da libertad y riqueza a los cautivos.

Ante el Señor, su Dios, gocen los justos, salten de alegría. Entonen alabanzas a su nombre. En honor del Señor toquen la cítara.

Dios da libertad y riqueza a los cautivos.

Porque el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da su auxilio; él fue quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza a los cautivos.

Dios da libertad y riqueza a los cautivos.

A tu pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus favores y habitó tu rebaño en esta tierra, que tu amor preparó para los pobres.

Dios da libertad y riqueza a los cautivos.


Segunda Lectura

Lectura de la carta a los hebreos (12, 18-19. 22-24)

Hermanos: Cuando ustedes se acercaron a Dios, no encontraron nada material, como en el Sinaí: ni fuego ardiente, ni oscuridad, ni tinieblas, ni huracán, ni estruendo de trompetas, ni palabras pronunciadas por aquella voz que los israelitas no querían volver a oír nunca.

Ustedes, en cambio, se han acercado a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a la reunión festiva de miles y miles de ángeles, a la asamblea de los primogénitos, cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el juez de todos los hombres, y a los espíritus de los justos que alcanzaron la perfección. Se han acercado a Jesús, el mediador de la nueva alianza.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.


Tomen mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón.

Aleluya.

Evangelio

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (14, 1. 7-14)

Gloria a ti, Señor.

Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:

“Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”.

Luego dijo al que lo había invitado: “Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

En este Domingo XXII Ordinario la Palabra de Dios nos recuerda la virtud de la humildad, base sin duda de la verdadera Santidad, entendiendo la Santidad como el hacer la Voluntad de Dios, a ejemplo de María Santísima: " HAGASE EN MI SEGUN TU PALABRA".
La humildad que nos presenta la primera lectura, nos habla de el reconocimiento de la verdadera grandeza que es la de Dios, y al hacernos pequeños participamos de esa grandeza de Dios, que además es única, es decir nadie es o se hace grande si no es en Dios y por Dios.
El Evangelio nos pone en el contexto de una comida o fiesta a la que asiste Nuestro Señor, y aprovechando la situación de los que se acomodaban en los mejores lugares, Jesús nos da esta lección de humildad: no pretender los mejores lugares, ser el centro de atención, sino desaparecer para el mundo y ser humildes a los ojos del Señor.
Así pues los invito a revisar nuestra actitud ante la vida, quiero ser apreciado por los demás, debo ser sencilo y humilde.






























































miércoles, 25 de agosto de 2010

Lecturas del hoy miércoles 25 y reflexión.

Hoy quiero que leamos juntos la Palabra del Señor y al final reflexionemos nuestra Fe.

Primera Lectura



Lectura de la segunda cartadel apóstol san Pablo a los tesalonicenses (3, 6-10. 16-18)


Hermanos: Les mando, en nombre del Señor Jesucristo, que se aparten de todo hermano que viva ociosamente y no según la enseñanza que de mí recibieron. Ya saben cómo deben vivir para imitar mi ejemplo, puesto que, cuando estuve entre ustedes, supe ganarme la vida y no dependí de nadie para comer; antes bien, de día y de noche trabajé hasta agotarme para no serles gravoso. Y no porque no tuviera yo derecho a pedirles el sustento, sino para darles un ejemplo que imitar. Así, cuando estaba entre ustedes, les decía una y otra vez: “El que no quiera trabajar, que no coma”.


Que el Señor de la paz les conceda su paz siempre y en todo. Que el Señor esté con todos ustedes. Este saludo es de mi puño y letra. Así firmo yo, Pablo, en todas mis cartas; esta es mi letra. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes.


Palabra de Dios.


Te alabamos, Señor.


Salmo Responsorial Salmo 127

Dichoso el que teme al Señor.


Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien.


Dichoso el que teme al Señor.


Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida”.


Dichoso el que teme al Señor.


Aclamación antes del Evangelio


Aleluya, aleluya.


En aquel que cumple la palabra de Cristo el amor de Dios ha llegado a su plenitud.


Aleluya.




Evangelio


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (23, 27-32)




Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos:

“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre! Así también ustedes: por fuera parecen justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les construyen sepulcros a los profetas y adornan las tumbas de los justos, y dicen: ‘Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, nosotros no habríamos sido cómplices de ellos en el asesinato de los profetas’! Con esto ustedes están reconociendo que son hijos de los asesinos de los profetas. ¡Terminen, pues, de hacer lo que sus padres comenzaron!”


Palabra del Señor.




Gloria a ti, Señor Jesús.

Hoy hermanos la Palabra de Dios nos recuerda en boca de San Pablo, que es necesario no ser una carga para los demás, pues el Mismo Apostol trabajaba en la confección de tiendas o carpas, para sostenerse a sí mismo.
Pero el problema no era solamente el que algunos no trabajaran, sino que además vivían metiendose en todo y criticando a todos. Por eso dice: "el que no trabaje, que tampoco coma".
No es pues la actitud de la ociosidad solamente, sino que el ocio lleva a conflictos con los demás, es necesario colaborar en el trabajo que cada uno podemos desempeñar, según nuestro estado de vida, como profesionistas, como amas de casa, como estudiantes, como sacerdotes, etc. pero sobre todo debemos evitar el criticar a los demás en el desempeño de su trabajo.
El Evangelio nos recuerda el conflicto entre Nuestro Señor y los fariseos, a quienes llama fuertemente la atención por su hipocrecía, es un ejemplo de quienes criticaban a Jesús y ellos no podían y no querían ser buenos guías de su Pueblo, en ellos encontramos retratados a los que se refiere San Pablo.
Así pues nosotros seamos generosos con nuestro esfuerzo cotidiano y trabajemos en armonía y que no tengamos que oir las palabras del Apósotol: "El que no trabaje, que tampoco coma"

P. Francisco






sábado, 21 de agosto de 2010

Bienvenidos

Bienvenidos a este blog que tiene como título: Respuestas de fe, y que tiene como objetivo ayudarnos a profundizar en la Fe católica, sobre todo porque la Fe es un Don de Dios y este Don o regalo lo debemos hacer crecer y profundizar para conocer más sobre el Amor que Dios Trinidad nos tiene a todos los seres humanos.

No pretendo crear una tribuna teológica ni un lugar de polémica estéril, simplemente vertir mi experiencia desde mi propia Fe y si de paso alguien le puede ayudar mi experiencia personal en mi encuentro con el Señor, me dará mucho gusto que lo que yo he vivido y mis reflexiones les sean de utilidad.

Pongo este pequeño esfuerzo en manos de Dios nuestro Padre y de María Santísima nuestra Madre del Cielo.

P. Francisco